[Columna de Opinión] Lluvia, teatro y comunidad

Valdivia sabe de lluvias largas, cielos grises y tardes en que el frío cala los huesos. Pero también sabe de arte y de encuentros que abrigan y nos convocan a disfrutar. Por eso, cuando llega julio, el Festival Lluvia de Teatro se convierte en algo más que una cartelera escénica: es un gesto cultural persistente y nos recuerda que al mal tiempo, buen teatro.

Organizado por la Corporación Cultural Municipal de Valdivia, el festival volvió este 2025 con su versión número 27, reafirmando su lugar en el corazón de la ciudad. Nuevamente, el Cervantes se llena de historias, cuerpos en escena y públicos diversos que acuden a reencontrarse con una experiencia compartida y la emoción viva del teatro.

El festival abrió con “Un caso aislado”, una obra incómoda y valiente que pone sobre la mesa el acoso escolar y la omisión adulta. Luego vino”Antuco”, una pieza de marionetas tan silenciosa como estremecedora, que nos devolvió la memoria de 45 jóvenes conscriptos abandonados en la nieve. “Bru o el exilio de la memoria” nos ofreció una exploración sensible sobre el exilio, el arte y la fragilidad del recuerdo a través de la figura de Roser Bru.

“Despierta Bello Barrio”, en tanto, llenó el escenario de música, color y diversidad, proponiendo a niñas y niños resolver sus diferencias desde la empatía, la colaboración y el respeto.

Organizada por la Corporación Cultural Municipal de Valdivia (CCM Valdivia), la Lluvia de Teatro cumplió su versión 27 en el Teatro Regional Cervantes.

Pero la lluvia no se detiene, y el teatro tampoco. Este domingo 6 de julio a las 19:30 llega al Cervantes “Auge y caída del Ruiseñor”, una obra sobre la cantante chilena Rosita Serrano, quien alcanzó fama en la Alemania nazi. El montaje, con dirección de Patricio Pimienta, cruza teatro biográfico, humor y música en vivo para recuperar una voz olvidada, y con ella, las complejidades de crear arte en contextos autoritarios. ¿Dónde termina el talento y empieza la complicidad? ¿Qué precio paga quien canta en medio del horror?

El teatro no responde todas las preguntas, pero las deja vibrando en el cuerpo. Es un espejo, una grieta, un lugar donde lo colectivo cobra sentido. En tiempos de prisa, detenernos a mirar una historia en escena es un acto de humanidad. Que no se nos pase. Aún quedan funciones. Aún queda lluvia. Aún queda teatro.

 

Juan Vásquez, director ejecutivo de la Asociación Patrimonial Cultural de la Región de Los Ríos

Compartir:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn